LOS CALENTADORES A QUEROSEN
Hace ya un buen tiempo atrás, 60 años o mas se imponía en muchos hogares, el comprarse uno de estos aparatos facilitaba el transporte de la calefacción al lugar de la casa que se deseaba, eran muy prácticos, livianos, consumía poco combustible (querosen), una mecha cambiable, también barata y nada mas.
En su parte superior tenia una rejilla redonda en donde por el centro subía el fuego, allí se podían posar ollas con agua a hervir que podía servir para darse un baño y hasta se podía cocinar sopas y guisos, también se podía poner a calentar una plancha para hacer churrascos, o bien poner una sartén para hacer las milanesas, mientras se calentaba el ambiente (piezas, comedores, etc ), y era ideal para calentar el agua en una pava para tomar unos ricos mates junto a toda la familia.
En los famosos conventillos de Buenos Aires o piezas de alquiler (hoteles familiares), eran muy usados, y muchisimo mas barato que comprar una cocina, que además seria difícil de transportar para cuando fuera la época de mudanza, sobretodo para la gente que trabajaban en forma ocasional y transitoria en algún lugar de Buenos Aires, familias enteras pasaban por esta situación allá por esa época.
Se usaron hasta mediados de los años 70, se fabricaron con tanques de bronce o chapa, los números 2 y 5 fueron los modelos que mas se usaron, algunos modelos traían un medidor de combustible, que consistía en una aguja con un visor de vidrio en su tanque, también se fabricaron modelos de tipo estufas, que tenían una torre de chapa alta o baja según el modelo que recubría la hornalla. Pasaron a la historia con el advenimiento de las estufas eléctricas de tipo resistencias y luego de cuarzo.
Fueron muchos los que vivieron gracias a esto, habían en todos los barrios, " arregladores de calentadores ", y fue todo un oficio,un gran oficio, generalmente los tanques de bronce o chapa se picaban y había que llevar a soldarlos o alguna patita se desoldaba, para ese entonces se soldaba con soplete (cosa nada fácil). "Los arregladores" hacían de este viejo oficio su modo de ganarse el pan de cada día, algunos tenían locales propios y otros alquilaban, entrar allí casi siempre era sortear piezas desarmadas por todas partes y encontrar al "arreglador" en plena tarea de soldar era lo mas común, el humo de la soldadura era lo reinante en el aire, por supuesto que alternaban con otros arreglitos como: lamparas a querosen, planchas a carbón o eléctricas de esas que venían con mica y amianto, estufas a querosen, cocinas a bombas de querosen y también aprovechaban vendiendo los repuestos relacionados con estos productos.
En fin, oficios que quedaron en el olvido.
Cosas de los viejos, ¿No?
Estimado lector, hasta la próxima y gracias
