5 de julio de 2015

COMO LAS HORMIGAS- (RELATO)


                COMO LAS HORMIGAS
                   
                            (RELATO) 
                                                      Por: Jorge Godoy



         En mi jardín, en mi terreno, y de esto vengo observándolo ya hace un tiempo atrás, yo, sabia andar rastreando unas largas filas, unas largas columnas que hacían unas hormigas. Las astutas hormigas, caminaban una atrás de las otra por mi suelo terrestre,  entre mis plantas, sobretodo entre unas de hojas grandes y bien verdes, demasiadas verdes, que aunque a simple vista yo no las hacia tan diferentes entre todas las demás, se ve que ellas, las astutas hormigas, si.

       Largas columnas de hormigas negras atravesaban completamente todo el ancho de mi terreno y seguía en el terreno del vecino, llevándose cada una en su espalda un pequeño pedacito de una de mis plantas de mi jardín. Especialmente, de una planta que curiosamente estaba compuesta de cuatro o cinco brotes, y era algo parecida a una planta de acelga, pero no lo era, tenia los tallos muy blancos en las nervaduras,  de donde le salían unas hojas gigantes, la planta alcanzaba al metro de altura. Nunca se me ocurrió que a lo mejor podría ser comestible, no daba ninguna flor, no me decía absolutamente nada, era muy poco especial.

        Ellas bien sabían lo que hacían, me imagine por un momento, que tal vez ese seria un alimento preferido,  así que quien era yo para dejarlas sin comida. Por un momento se me ocurrió que si fueran personas las que se llevaban esas hojas de mi jardín en vez de hormigas, yo las podría acusar de ladronas, luego llamar a la policía, hacerles una denuncia y ellos, los policías, se encargarían de llevarlas presas. Por tal delito presumo deberían darles de castigo algunos años a la sombra, pero claro, no eran seres humanos, eran hormigas.

       Que cosa rara que me sucedió, sentí una sensación de que en vez de ser bueno con los de mi especie, no, seria malo, que me compadecía de las hormigas y no así de los hombres. Al fin y al cabo comprendí que si yo fuera un poco mas comprensivo con los seres humanos, tal vez, podría dejar de lado eso de que los animales no saben lo que hacen y que los hombres si lo saben, que son conscientes, si pudiera dejar pasar por alto ese pequeño detalle. Pero me di cuenta de que no, de que no puedo dejar de pasar por alto ese pequeño detalle, que debo seguir pensando que si fueran humanos los que me sacaran de a pedacitos mis plantas y aunque fuera para comer, siempre seria un robo. Entonces, debía seguir con mi vida, mi ritmo, aplicar mis conocimientos, debía de hacer lo que mi conciencia humana me dictaba. 

      Compre veneno para las hormigas, para matarlas, porque me comen mi planta, la que esta en mi terreno. Al fin y al cabo hice justicia, trate a las hormigas tal cual hubiese tratado a los seres humanos, aunque las dos especies hubieran entrado a mi terreno y fueran a sacarme de a pedacitos mis plantas nada menos que por esa tremenda estupidez, de que tenían hambre.


                                   FIN


Estimado Lector , muchas gracias y sera hasta la próxima entrada.