LOS VIEJOS BILLARES

LOS VIEJOS BILLARES



        
T. JORGEGODOY



        Corrian los años setenta, teniamos unos 14 o 15ños y nos encantaba ir a jugar al Billar, ese juego nos atrapaba  mucho, y para esa época en el bar de la esquina habían traido dos mesas nuevitas, con un paño verde espectacular , varios tacos a la pared y el tanteador nuevito, lo pagábamos por hora, barato no era, los pibes jugaban por la hora, de a dos o de a cuatro, de a cuatro era mas entretenido, el de dos, era para los que sabían mucho de esto, aunque mirábamos con asombro por la tele, a esos grandes maestros como Ceulemanns, y otros, en grandes campeonatos internacionales, nosotros nos conformábamos con 7 u 8 carambolas seguidas, aunque había algunos campeones entre nosotros, que metían entre 40 o mas carambolas sin errar, a esos si daba gusto verlos, pero nosotros los mas maletas, esperábamos pacientemente el turno y jugábamos, eso si antes de las 10 de noche, porque eramos menores y no podíamos permanecer el en bar, el dueño un rato antes venia avisando, " a ver los pibes que vayan terminando, que ahora viene la cana y se los lleva, vamos, terminando, pibes " y asi teníamos que rajar para casa, y hasta mañana.
       Lo lindo de todo esto es que recorrimos muchos lugares de Buenos Aires para ir a jugar, y en cada bar de la esquina,  esos de antes , había al menos una mesa de billar.


                Cosas, de antes, no,
                       Querido lector, hasta la próxima